Macy Gray Destacada

Fotografías: Lechuck Studio

Texto: Pablo Luque

La veteranía es un grado. Cuando llevas muchos años dedicándote a lo mismo, llega un punto en el que eres capaz de hacer tu trabajo de forma brillante incluso si no estás en plenitud de condiciones. Macy Gray llegó a Madrid en la recta final de una intensa gira europea tras más de un mes de conciertos, y no por ello dejó de hacer bailar y disfrutar con sus hits al público del Teatro Nuevo Apolo.

La noche comenzó con Noa Lur, una de las voces de jazz más prometedoras de nuestro país, que presentó brevemente su nuevo disco “Troublemaker”. Arropada por unos músicos excelentes, destacaron especialmente el tema que da nombre al álbum y “The dream”, un ejercicio de estilo con mucha clase. No hay que perder de vista a Noa Lur y los suyos.

Macy Gray

El público no aguantaba quieto en sus asientos, impaciente por ver a la gran protagonista. El telón se levantó y apareció la banda en un escenario con lámparas de pie que recordaba al salón de una casa, y tras una introducción salió la estrella, Macy Gray, momento en el que el Teatro Nuevo Apolo estalló en aplausos y vítores de unos espectadores especialmente motivados.

La cantante americana, vestida de negro y rojo, comenzó el espectáculo con una “Relating to a psychopath” muy animada, en la que no paró de moverse. Gray domina el escenario y sabe perfectamente cómo meterse al público en el bolsillo desde el primer minuto. Su característica voz rasposa daba la sensación de estar un poco apagada al principio, pero comenzó a sonar con más garra a medida que avanzaba el concierto.

Macy Gray

Los cinco músicos que la acompañaban, perfectamente uniformados con trajes de tweed, respaldaban a la perfección esta nueva faceta sónica de Macy Gray, mucho más clásica y orgánica, con arreglos más tradicionales que recuerdan a una suerte de mezcla entre un combo de jazz y una big band. Uno de los momentos cumbre llegó con la versión de “Creep” de los británicos Radiohead, que en la voz de Gray parece aún más melancólica y profunda.

 

Macy Gray

Como toda buena diva, la de Ohio salió del escenario en un par de ocasiones para cambiarse de vestuario mientras sus músicos hacían gala del virtuosismo con sus instrumentos y dejaban boquiabiertos a los presentes con unos solos de teclado y de batería. Y es que una gran voz brilla mucho más si está apoyada en una buena banda.

Tras una “Sweet baby” muy sensual, que sonaba a noches de humo y whisky en un sótano de una gran ciudad, llegó el momento de “liberarse” y de “hacer lo que cada uno quiera hacer, no lo que se supone que debe hacer”. Así, Macy Gray consiguió que todo el público se levantara de sus butacas y bailara y cantara con ella “I try”, la canción que la hizo triunfar internacionalmente en 1999.

Macy Gray órgano

Gray es un alma libre con un talento innato, a la que le gusta hacer las cosas “a su manera”, guiándose “por sus instintos”, tal y como contó en una entrevista concedida a 1906. Por eso el colofón final no pudo ser más acertado: cerraron con una versión de “My Way” con todo el Nuevo Apolo cantando al unísono. La experiencia es muy importante para saber dar un buen show en cualquier circunstancia, y en ese sentido, Macy Gray lo consiguió con creces, porque para ella estar sobre un escenario es como estar en casa.

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