Peter Hammill en el Teatro Lara

Texto: Manuel Recio
Fotografía: Jaime Massieu

El músico británico Peter Hammill, fundador de la mítica banda de rock progresivo Van Der Graaf Generator, se enfrentó solo ante el peligro a las tablas del Teatro Lara de Madrid en una noche lluviosa, desangelada y con tintes electorales. Afortunadamente con su propuesta minimalista supo transportarnos a otras épocas y, por qué no decirlo, a otras dimensiones en una actuación memorable dentro del ciclo Pequeños Grandes Momentos 1906.

Peter Hammill Teatro Lara 1906_

Llevaba un año entero sin pisar un escenario Peter Hammill y fue el madrileño Teatro Lara quien tuvo el privilegio de ver su reaparición. Media entrada de aforo y un nutrido grupo de maduritos fanáticos del rock progresivo con sus camisetas y discos de Van Der Graaf Generator se agrupaban en el ambigú. Muchos habían llegado desde otros puntos de España. No querían dejar pasar la oportunidad de ver en directo a una leyenda como Hammill, autor de más de un treintena de discos tanto en solitario como en banda, en un muestrario de estilos tan variado como prolífico.

Pasaba un minuto escaso de las 22 horas cuando salió a escena vestido totalmente de blanco y con una sonrisa afable y sincera. Se sentó al piano e interpretó «My Room» de Van Deer Graaf Generator. Cosa fina. ¿Quién pudiera imaginar que uno de los padres del rock progresivo iba a plantarse ante un repertorio profuso en instrumentación y adornos con la única compañía de un piano y su personalísima voz?

Peter Hammill Teatro Lara 1906

Peter Hammill no canta en el sentido tradicional del canto: recita, declama, representa; no toca el piano en la heterodoxia pura, esculpe el soniquete de las teclas con un inesperado y hasta estrambótico martilleo que golpea las entrañas del oyente. No hay forma humana de describirlo, porque lo abarca todo: cambios de ritmo, sucesión de intensidades, melodías impredecibles y armonías complejas que saltan cualquier regla del pentagrama.

Va desgranando en forma de suite los pasajes de su extensa carrera. Cuenta historias donde él mismo interpreta distintos personajes. En ocasiones se muestra excesivo, en otras barroco, operístico, teatral. Hay veces que se vuelve íntimo y frágil, pero de repente aumenta la intensidad y parece que un ejército de instrumentos atacara al oyente. Con «Stranger Still» y «Still Life» salpica el lado más emocional de la audiencia que aplaude incansablemente.

Peter Hammill Teatro Lara 1906__

Confesaba antes de su actuación que reconoce que su música no es para todo los públicos. En realidad pide un esfuerzo por parte del oyente. Bien, aún siendo cierta esa premisa, una cosa está clara, el esfuerzo es recompensado con creces. Tras hora y media larga, con bis incluido, Peter Hammill se bajó del escenario con la misma sonrisa bonachona con la había entrado. En el transcurso mostró por qué casi 50 años después de su debut sigue siendo capaz movilizar los entresijos del oyente con sus disparos progresivos.

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